Amparo Noguera revela cómo fueron los últimos días de su padre: “Muchos amigos dejaron de ir a verlo” - Chilevisión
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17/12/2025 22:57

Amparo Noguera revela cómo fueron los últimos días de su padre: “Muchos amigos dejaron de ir a verlo”

A casi dos meses del fallecimiento de Héctor Noguera, la actriz habló del dolor, sus miedos frente a la muerte y los íntimos recuerdos que guarda de sus últimos días junto a él.

Publicado por CHV Noticias

A casi dos meses del fallecimiento de su padre, Amparo Noguera habló abiertamente sobre el duelo que atraviesa y cómo ha debido reconfigurar su mirada sobre la vida tras una de las pérdidas más importantes que ha enfrentado.

Héctor Noguera murió el pasado 28 de octubre, a los 88 años, luego de enfrentar un complejo cuadro de salud asociado a un cáncer. Desde entonces, la actriz ha vivido semanas marcadas por la reflexión, el dolor y el recuerdo.

"No se murió de viejo, se murió de cáncer"

En una íntima entrevista con Revista Velvet, la intérprete se refirió a cómo ha seguido adelante tras la muerte de su padre. “Al final la vida sigue igual, inevitablemente sigue igual… y uno tiene que buscársela”, expresó, aclarando que ese concepto no implica ausencia de sufrimiento. “Pero creo que no hay que confundir el concepto de que la vida sigue con la ausencia del dolor que aquello implica”.

En esa misma línea, Amparo Noguera abordó su relación con la muerte y sus temores personales. “Rabia con la muerte no. Miedo, sí. Creo que tengo miedo a que la muerte se trate de sentirse mal físicamente, del dolor. Eso no me gusta. Creo que es importante tener una ley de eutanasia. Qué alivio sería vivir en un país que tuviera esa ley”, afirmó.

La actriz también fue enfática al señalar que su padre “no se murió de viejo, se murió de cáncer”, lo que ha hecho más difícil asimilar su partida.

“Tuve a mi mamá hasta a los 33, tuve a mi padre hasta los 60. Perder a tu padre a esta edad es parte de la vida. Tuve el privilegio de tener a mi padre 60 años en un país donde mujeres mueren sin saber lo que pasó con el suyo, con su esposo o con su hijo”, reflexionó.

Uno de los aspectos que más le ha costado procesar, según contó, es la vitalidad que Héctor Noguera mantuvo hasta poco antes de fallecer. “Lo que se me hace difícil en el caso de mi papá es que era una persona excesivamente activa, de ir a grabar una teleserie y después ir a hacer una función. Y eso ocurrió hasta hace muy poco. Hace tres meses, dos antes de que él muriera, mi papá era una persona activa, que estaba trabajando”.

Por lo mismo, reiteró que su muerte no encaja en la idea de un ciclo cumplido por edad. “Por eso, a pesar de que es normal y es parte de la vida que tu padre se muera, sobre todo a cierta edad, en el caso de mi papá, a mí me cuesta ponerlo ahí. Porque no se murió de viejo”.

Amparo Noguera también destacó el vínculo físico y emocional que logró fortalecer con su padre en sus últimos años. “Con él aproveché de hacer algo que con mi mamá hice menos, y que entendí mucho después: tocarlo. Tocarlo. Hacerle cariño, tomarle la mano, hacerle masajes, tocarlo. Y entender el valor de estar con él mientras él estuviera”, relató.

Sobre sus últimos días, agregó que “se murió súper acompañado por su familia. Muchos amigos dejaron de ir a verlo de un momento en adelante. Por eso entendí el valor del contacto, lo encontré, y la paz con la decisión del otro, de su decisión con respecto a la muerte”.

Finalmente, la actriz compartió uno de los recuerdos más íntimos que conserva de Héctor Noguera. “Sí, me quedé con algo: Ya no veo nada de cerca, tengo que leer con anteojos, pero a esta distancia veo perfecto y pierdo la costumbre de meterme los anteojos en mi cartera. Íbamos todos a verlo todos los días, a pasar el día con él y nunca llevaba mis anteojos”.

“Él tenía los suyos junto a su teléfono y un libro, al lado de su silla. Yo siempre le decía ‘papito, papito, préstame los anteojos’, y me ponía los suyos. Hasta que al final, como que se enojó y me dijo: ‘Pero Amparito, ¿qué pasa con tus anteojos?’ (…) le decía: ‘Se me quedan todos los días’”, recordó.

“Ahora me quedé con sus anteojos, los tengo guardados ahí bajo siete llaves. Él hacía un rito muy personal en la noche, antes de dormir: siempre prendía una velita. Me quedé con los dos fósforos con los que prendió la última”, cerró emocionada.