Nuevamente, la justicia quedó al debe de una víctima de violencia de género. Esto le ocurrió a Francisca Moll, quien dejó una carta a su madre antes de morir, donde le confesaba que su atacante continuaba con las amenazas en contra de ella y su familia.
Francisca Moll, de 37 años, se suicidó tras denunciar al menos tres veces a su ex pareja por agredirla. Sin embargo, según dice su familia, pese a estas acciones legales, el individuo continuó amenazándola, lo que habría gatillado esta lamentable decisión. Fue en 2019 cuando presentó la primera denuncia por violencia intrafamiliar, una causa que fue archivada. Siete meses después, las agresiones volvieron y esta vez el caso fue tomado por la Fiscalía Centro Norte, desde donde decretaron la prohibición de que el hombre se acercara a la víctima. Una medida que Francisca dejó sin efecto ante las amenazas del agresor. De acuerdo con la abogada de la familia, la víctima incluso tuvo episodios de convulsiones debido al estrés causado, provocando su hospitalización en al menos tres oportunidades. Fue en enero de este año cuando interpuso una nueva denuncia a la Fiscalía Oriente, aplicando una multa de 1 UTM al acusado. Tres meses después de este último suceso, Francisca se quitó la vida y le dejó una carta a su madre. En ella decía "'mamá, ya no doy más, me siento sucia'", contó Rosa Elena Moreno. Y todo debido a que el individuo continuaba amenazándola con que le haría daño a su familia.