El caso remeció a la localidad de Recale, Italia, y el joven de 21 años deberá enfrentar a la justicia.
"Una tragedia improbable". Así calificó Antonio Salsetti, alcalde de la pequeña localidad de Recale, en Italia, un crimen que remeció a sus habitantes en las últimas horas.
Se trata del asesinato de Teresa Sommario, una vecina de 54 años muy conocida en la zona, a manos de nada más y nada menos que su propio hijo, llamado Filippo Manni.
Para entender el caso hay que remontarse a la tarde del pasado martes 17 de junio: Manni, de 21 años, regresó a su casa después de una jornada afuera y, tras ingresar a su domicilio, no saludó a su madre.
La mujer, presumiblemente enojada, habría retado a su hijo por dicha acción, lo que gatilló el fulminante y trágico desenlace: el individuo fue hasta su habitación y la atacó en tres oportunidades con un hacha.
Los golpes con el arma contra la nuca, cabeza y pecho fueron fatales para Sommario. Ni siquiera la intervención de sus hermanos pudo salvarle la vida.
Tras eso, el joven abandonó la casa caminando sin rumbo, hasta su detención varias horas después. Según los policías, Manni deambuló a torso desnudo y lucía confundido y desorientado.
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Al ser detenido, el sujeto le señaló a los uniformados que lo arrestaron que ya había pensado en cometer el crimen antes, pero que lo había descartado por considerarlo "una broma".
"En un momento todo se apagó. Subí las escaleras, tomé un hacha y la maté", añadió. Ahora, permanece en prisión preventiva a la espera de comparecer ante un juez.