El ruido intenso suele provocar miedo, ansiedad e incluso conductas de escape en las mascotas. Por eso, especialistas recomiendan tomar medidas preventivas para resguardar su bienestar.
Los fuegos artificiales de Año Nuevo pueden transformarse en una verdadera pesadilla para perros y gatos.
El ruido intenso suele provocar miedo, ansiedad e incluso conductas de escape en las mascotas.
Por eso, especialistas recomiendan tomar medidas preventivas para resguardar su bienestar físico y emocional durante las celebraciones.
Perros y gatos tienen un sentido del oído mucho más desarrollado que el de los humanos. Los estruendos repentinos de la pirotecnia pueden generar estrés agudo, temblores, jadeo excesivo, desorientación e incluso accidentes domésticos.
En fechas como Año Nuevo, estos episodios se intensifican por la duración y frecuencia de los ruidos.
Una de las recomendaciones más importantes es habilitar un lugar tranquilo donde la mascota pueda refugiarse.
Según expertos, este espacio debe contar con su cama, agua, juguetes y, ojalá, música suave o ruido ambiental que ayude a amortiguar los sonidos externos. Mantener luces tenues también puede contribuir a reducir el estrés.
Nunca es recomendable llevar perros o gatos a eventos con pirotecnia. Durante la noche de Año Nuevo, lo ideal es mantenerlos dentro de la casa, con puertas y ventanas cerradas, para evitar escapes motivados por el miedo.
Muchos animales se pierden en estas fechas producto del pánico que generan los ruidos fuertes.
Durante las celebraciones abundan alimentos que pueden ser peligrosos para las mascotas. Chocolate, uvas, cebolla, ajo, huesos cocidos, alcohol y comidas muy grasas pueden causar intoxicaciones o problemas digestivos graves.
Los especialistas recomiendan no compartir comida de la mesa y optar por snacks especialmente formulados para perros y gatos.
Las visitas, la música fuerte y el movimiento constante también influyen en el nivel de ansiedad de las mascotas.
Si tu perro o gato se muestra nervioso, es preferible limitar el contacto con desconocidos y permitirle permanecer en su espacio seguro.
En algunos casos, un veterinario puede recomendar productos como feromonas, suplementos o alimentos específicos para situaciones de estrés.
Si tu mascota presenta reacciones extremas frente a los fuegos artificiales, como intentos de escape, autolesiones o crisis de pánico, es fundamental consultar con un médico veterinario.
Existen herramientas y terapias que pueden ayudar a manejar el miedo a los ruidos, siempre bajo supervisión profesional.
Aunque sea una noche especial, es importante mantener, en lo posible, los horarios habituales de comida, descanso y paseos.
Además, cerrar el año con controles veterinarios, vacunación y desparasitación al día ayuda a que perros y gatos enfrenten el verano y las vacaciones en mejores condiciones.