Desde $50 mil hasta $100 mil, eso es lo que pedía un hombre que comercializaba a través de Facebook los axolotes, anfibios que están en peligro de extinción y que eran traídos de manera irregular al país.
Sin embargo, la Brigada Investigadora de Delitos contra la Salud Pública y Medio Ambiente de la PDI (Bidema), trabajando en conjunto con la Fiscalía Centro Norte, detuvo en mayo pasado al sujeto que cometía este delito desde su domicilio en Santiago Centro.
En total, se recuperaron 44 ejemplares que estaban en buenas condiciones y que fueron derivados al Buin Zoo para su cuidado.
¿Qué son los axolotes?
Los axolotes, o también conocidos como ajolotes, son una extraña especie de anfibio que principalmente habitan en México, siendo un pariente cercano y muy parecidos a las tradicionales salamandras.
Sebastián Celis, jefe del departamento de veterinaria del Buin Zoo, califica a estos animales como” muy particulares”, explicando que generalmente “viven en un ambiente reducido”.
El especialista señala que estos anfibios “pasan todo su ciclo de vida en el agua, no la abandona. Eso hace que necesite condiciones bastante particulares, como por ejemplo que no debe tener cloro”.
“Tiene que mantener cierto tipo de PH y están mucho más idóneos en temperaturas bajas como entre 15 y 17°”, agrega.
El riesgo de los animales exóticos
Actualmente, en el mercado se pueden encontrar diversos animales que son adquiridos sin ningún problema por la ciudadanía, como es el caso de perros, gatos, hurones o aves de compañía, los que también tienen que cumplir ciertas normas como vacunación o cuidado responsable.
En caso contrario, Sebastián Celis advierte que el comercio ilegal puede traer varias complicaciones para las mascotas y también para los propios humanos, incluso con consecuencias inesperadas.
“Todas las especies deberían entrar siempre en un comercio regulado. Instamos a la gente a que se instruya muy bien en lo que está comprando y que se siempre lo haga de forma regulada. Porque cuando vienen de criaderos reconocidos que están legislados y fiscalizados, se cumplen normas de higiene y vacunación”.
Pero cuando no pasa esto, el jefe del departamento de veterinaria sostiene que “al llegar especies que no tienen ese origen, pueden venir con parásitos, transmitir virus o enfermedades zoonóticas, además de transformarse en plaga, así lo hemos visto con la cotorra argentina o el sapo africano”.
Es más, detalla que las consecuencias afectan hasta la flora y fauna del país.
¿Cuál es el protocolo de ingreso?
Actualmente, es el Servicio Ganadero y Agrícola (SAG) el encargado de supervisar la entrada de animales “distintos”. Para esto se debe cumplir con diferentes exigencias y esperar una autorización respectiva.
En su sitio web, la entidad estipula un protocolo para la denominada “fauna silvestre exótica”, donde se debe tener en consideración el artículo 25° de la Ley de Caza, el que precisamente menciona al SAG como el encargado de entregar una autorización.
En concreto, los interesados deben adjuntar un permiso de internación, el cual es otorgado por la División de Protección de los Recursos Naturales Renovables del SAG y su solicitud debe ser dirigida al jefe de esta División mediante una carta y el formulario respectivo.
Una vez reunida toda la documentación, se debe entregar en formal presencial en la oficina de partes del Servicio o de manera online, donde hay un plazo de 60 días hábiles para responder al requerimiento.
Por ahora, los axolotes permanecerán en custodia del Buin Zoo mientras dure la investigación. En dicho lugar se adaptó una sala especial para que los animales sobrevivan, todo mientras se resuelve que ocurrirá con ellos.
17/06/2022
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