Desde Washington afirmaron que el objetivo es controlar las operaciones marítimas de una organización criminal y en Caracas no tardaron en reaccionar.
La tensión entre Venezuela y Estados Unidos continúa al alza y esta vez es por la decisión de la administración de Donald Trump de desplegar tres embarcaciones de guerra.
Se trata de los buques destructores USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson. Las tres naves se posicionaron en el límite de las aguas territoriales de Venezuela.
Según afirmaron desde Washington, el objetivo es controlar una de las principales rutas del narcotráfico en el mar Caribe, que justamente separa al país sudamericano de Florida.
Además, aseguran que buscan desarticular las operaciones marítimas del Cártel de los Soles, una de las bandas de narcotráfico designadas como organización terrorista.
Recordemos que hace unos días EEUU anunció que duplicó la recompensa —a $50 millones de dólares— por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, apuntado como presunto líder de las organizaciones.
En respuesta, en medio de un programa de televisión, Nicolás Maduro respondió ordenando el despliegue de 4,5 millones de milicianos en respuesta al actuar de EEUU.
¿De qué se trata? En simple, eso implica la movilización de reservistas, que pueden ser civiles o exmilitares, quienes se suman a las filas del Ejército.
Creado por Hugo Chávez, se trata de uno de los componentes que forman parte de las Fuerzas Armadas de Venezuela.