Sor Geneviève Jeanningros, una querida amiga del fallecido pontífice, logró llegar colarse entre miles de fieles, obispos, cardenales y personal del Vaticano en la basílica de San Pedro.
Una monja fue protagonista en la despedida del Papa Francisco este miércoles en la basílica de San Pedro, luego de saltarse todos los protocolos para llegar hasta el féretro.
Se trata de sor Geneviève Jeanningros, una monja francoargentina de 81 años que pertenece a la orden de Hermanitas de Jesús y cultivó una amistad cercana con el sumo pontífice.
Resulta que la mujer irrumpió en un lugar que estaba reservado para cardenales, obispos, sacerdotes y personal del Vaticano, y logró llegar hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo del fallecido papa.
A pesar del estricto protocolo, la religiosa logró llegar a la primera fila sin que nadie se interpusiera y se mantuvo ahí por varios minutos.
Y es que al instalarse frente al féretro para darle un último adiós, la mujer se puso a rezar y llorar en silencio por cerca de siete minutos.
Sor Geneviève Jeanningros tenía una estrecha relación con el Papa Francisco, quien con cariño la apodaba "la enfant terrible" debido a su fuerte personalidad.
A lo largo de su vida la religiosa se ha dedicado a acompañar a mujeres transexuales y feriantes en la localidad de Ostia, en Italia.