El imputado por el asesinato por encargo del llamado "Rey de Meiggs", en tan solo unos minutos, abandonó la cárcel y se volvió inubicable para las policías y las autoridades.
A tres días de que estallara el caso de Osmar Ferrer, sicario prófugo que fue dejado en libertad por lo que se presume fue un error del Poder Judicial y Gendarmería, su paradero aún es desconocido.
El sujeto, de 18 años y nacionalidad venezolana, fue imputado por el crimen de José Reyes, también conocido como el "Rey de Meiggs", empresario asesinado a disparos en plena calle de Ñuñoa el pasado 19 de junio.
El 8 de julio fue detenido y formalizado por homicidio, quedando en prisión preventiva. Dos días después, el jueves 10 de julio, Osmar Ferrer quedó en libertad y se dio a la fuga.
A esta hora, Osmar Ferrer es captado por última vez al interior de la cárcel Santiago 1.
Se le ve erguido frente a un gendarme que tenía un documento en sus manos. Tras algunos segundos, el venezolano de 18 años deja la escena después de pasar por el umbral de una reja.
Sin fotos ni videos de ese momento, es a esta hora que se estima que Osmar Ferrer abandonó efectivamente Santiago 1.
Lo hizo por calle Centenario, en uno de los accesos al sur de la cárcel. Fue en ese momento que dos sujetos —de identidad desconocida— se le unieron. Al parecer, lo estaban esperando afuera del recinto penal.
Tras alrededor de 12 minutos de caminata en dirección al oriente, en los que tuvo que atravesar Av. Viel y Lord Cochrane, el sujeto dobla por Nataniel Cox, justo a un costado de la estación de metro Franklin.
El sujeto camina por Nataniel Cox hasta Placer, apenas unos metros después, donde se le pierde el rastro definitivamente.
De ahí en más, su paradero es una absoluta incógnita. Desde Fiscalía barajan varias opciones y una de ellas es que haya abandonado el país, motivo por el que se emitió una orden de captura internacional.