Con 21 locales abiertos en menos de un año, la rápida expansión del popular restobar en Santiago ha generado cuestionamientos en redes sociales, donde usuarios se preguntan cómo se financia su crecimiento y si existe o no lavado de dinero detrás del negocio.
El Rey de las Micheladas ya suma 21 locales en funcionamiento, una cifra que ha despertado tanto entusiasmo entre sus seguidores como sospechas en redes sociales por un eventual lavado de dinero, dada la rapidez del crecimiento del negocio.
Sin embargo, el crecimiento explosivo del negocio ha abierto un debate público. En redes sociales, se repite la pregunta: ¿Cómo es posible abrir más de 20 locales en menos de un año? Algunos incluso han insinuado la existencia de lavado de dinero detrás del modelo.
Detrás del imperio cervecero está Ignacio Orellana, un joven emprendedor que comenzó trabajando en la Vega y que, tras la muerte de su padre, decidió apostar por este negocio. Frente a los cuestionamientos, Orellana en conversación con The Clinic descartó cualquier irregularidad y asegura que las dudas forman parte del ruido propio del éxito.
"Siempre preguntan eso, ´esto es un lavado de plata´. Lo que digo es: Ojalá. No trabajaríamos ni la mitad de lo que trabajamos. Hemos leído todo eso y no lo vemos a mal: todo es marketing, todo es venta", aseguró el joven de 27 años.
En esa línea, Orellana señaló que el éxito del Rey de las Micheladas se debe a que "no cualquiera puede ir a un restobar a darse el lujo de gastarse 30 o 40 lucas por una salida".
"Entonces pensamos en el precio más barato que podíamos dar para entregar esa experiencia a cualquier universitario o a cualquier trabajador que está todo el día trabajando y que gana el mínimo", continuó.
"Él también tiene derecho a tomarse algo. No puede ser un lujo salir a distenderse y tomarse algo en un lugar que no sea un antro", finalizó el joven.