Se trata de una persona que trabajaba en el municipio junto a María Ignacia González y, según explicó su hija Javiera, "era muy cercano a ella".
Para este viernes está fijada la última jornada de búsqueda con sonar multihaz en el río Loncomilla de María Ignacia González, la concejala de Villa Alegre desaparecida desde el pasado 15 de junio.
Mientras crece la incertidumbre, aumenta el interés por conocer la versión de Rodrigo Cancino, administrador municipal y cercano de González, quien sería la última persona que la vio antes de desaparecer.
De momento, el último paradero conocido de la concejala fue la casa de Cancino, motivo por el cual se han realizado diligencias en el domicilio.
Javiera, hija de la mujer, reveló detalles de una conversación que tuvo con él: “Me encontré con él en el municipio, se veía muy afectado, porque mucha gente lo está apuntando a él”, detalló.
“Yo lo llamé a mantener la calma, que hablara con la prensa, que sería bueno tener algún tipo de comunicado de parte de él, ya que él era una persona muy cercana a ella, trabajaban juntos”, sumó.
Por último, la hija explicó que “él podría aportar más datos respecto al perfil de mi mamá y quizás alguna información del lugar donde ella se podría haber dirigido”.
Pese a ser un testigo clave, el hombre ha evitado dar declaraciones a la prensa y ha sido escueto al hablar con la familia de González.
Pese a la sonda de alta tecnología, la búsqueda de la mujer de 73 años no ha tenido éxito, y las hijas de la concejala manifiestan sentirse decepcionadas del trabajo de los detectives a cargo del caso.