Tras años de lucha legal, una pareja de madres lesbianas recibió disculpas del Estado por la negativa del Registro Civil a reconocer su doble maternidad. El acuerdo contempla medidas concretas para prevenir nuevas discriminaciones.
En un hecho inédito, el Estado de Chile ofreció disculpas formales a una pareja de madres lesbianas por la discriminación sufrida al momento de inscribir a su hija recién nacida en 2019.
La acción forma parte de un Acuerdo de Solución Amistosa firmado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dando cierre a una larga batalla legal impulsada por Patricia Reyes, Valentina Riberi y su hija S.
El caso se remonta a enero de 2019, cuando la pareja, unida por Acuerdo de Unión Civil, intentó inscribir a su hija en el Registro Civil. En ese momento, la institución solo reconoció a la madre gestante, aludiendo a que la legislación de la época no permitía una doble maternidad en la partida de nacimiento.
Tras agotar las instancias judiciales en Chile —incluyendo la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional— sin obtener una respuesta favorable, las madres llevaron el caso a la CIDH, denunciando discriminación por orientación sexual y vulneración de derechos fundamentales.
El acuerdo, firmado este 9 de julio de 2025 en La Moneda, implica el reconocimiento, por parte del Estado, de que existió una interpretación discriminatoria de la normativa vigente en ese entonces, y que se vulneraron derechos amparados por la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Como parte de los compromisos asumidos, el Estado realizó un acto público de firma en La Moneda con presencia de altas autoridades, así como una reunión privada de disculpas con entrega de una carta formal firmada por el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, a la que tuvo acceso CHV Noticias:
En representación del Estado, ofrezco una sincera y solemne disculpa por los hechos que motivaron esta denuncia y por los daños que de ellos se derivaron. Reconocemos que tales decisiones reflejaron una visión discriminatoria, contraria al respeto debido a la diversidad de estructuras familiares y al principio de igualdad ante la ley que debe regir en una sociedad democrática.
Además, se implementarán medidas concretas como capacitaciones a funcionarios públicos, tanto difusión de estudios sobre leyes LGBTIQA+ y la creación de un mecanismo de reclamos para personas de la diversidad sexogenérica en el Registro Civil, el que deberá implementarse en el transcurso de este año.
En la ceremonia, Patricia, en nombre de la familia, se dirigó a las personas presentes y destacó que "si bien el actual marco legal vela por la no discriminación y el reconocimiento de parejas del mismo sexo y sus hijas e hijos", la firma del acuerdo y las disculpas resultan fundamentales principalmente "porque la más desprotegida fue nuestra hija".
En esa línea, remarcaron que "sus derechos fueron vulnerados: el principio de igualdad y no discriminación, el interés superior de niños, niñas y adolescentes, el libre desarrollo de su personalidad, y el derecho a establecer una familia".
Asimismo, enfatizó en que "esta familia pagó un costo emocional profundo. La falta de reconocimiento legal generó temores incluso antes del nacimiento de nuestra hija, miedos que las parejas heterosexuales no tienen que enfrentar. Eso nos colocaba como ciudadanas de segunda e incluso tercera clase".
La familia dedicó palabras también para abogar por la no repetición de este tipo de discriminaciones:
"Tuvimos que enfrentar al Registro Civil en un juicio donde se cuestionó mi rol de madre. Nuestro hogar fue investigado, y tuvimos que demostrar mi existencia en la vida de mi hija desde antes de que naciera. Todo esto ocurrió solo por ser mujer y lesbiana. Sabemos que el fallo judicial que reconoció nuestra doble maternidad fue un avance histórico. Pero también sabemos que ninguna familia debería verse forzada a judicializar su existencia, a exponer su intimidad, a pasar por peritajes y cuestionamientos para ser reconocida como tal. La justicia, cuando llega, no borra el dolor del camino. Por eso, exigimos que lo que nos ocurrió no se repita con ninguna otra familia".
