El B-2 Spirit, de fabricación de Estados Unidos, es capaz de portar una mega bomba y es capaz de penetrar defensas antiaéreas.
El conflicto entre Irán e Israel continúa siendo seguido desde varias partes del mundo y los ataques y contraataques con misiles entre ambos países acrecentan la tensión en Medio Oriente.
Estados Unidos, actor clave en la geopolítica internacional, se ha mantenido al margen de la escalada, pese a su respaldo al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y también a tener una posición crítica sobre la República Islámica.
Para entender la relevancia de la aeronave B-2 Spirit, hay que tener claro que la reciente escalada entre Irán e Israel inició cuando este último atacó infraestructura nuclear iraní bajo la hipótesis de que allí se están construyendo armas nucleares.
En ese contexto, Fordow, una planta subterránea de enriquecimiento de uranio en Irán, ha sido apuntada por expertos internacionales como uno de los blancos en un eventual futuro ataque.
La bomba Massive Ordnance Penetrator (MOP GBU-57 A/B), conocida coloquialmente como bomba "anti-búnker" es la única capaz de arrasar con las instalaciones bajo tierra. ¿El único avión que puede llevarla? El B-2 Spirit.
La aeronave, desarrollada por Northrop Corporation a fines de los 80, es capaz de penetrar defensas antiáreas para lanzar armas convencionales y nucleares. Además, su tecnología le permite ser invisible ante radares enemigos.
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El bombardero furtivo mide 21 metros de largo, 5 metros de alto y tiene una envergadura de unos 52,4 metros. Junto con eso, su peso es de 71.700 kg y es capaz de cargar hasta 23.000 kg en armamento.
Con un coste de fabricación que supera los $700 millones de dólares, el programa bajo el que fueron construidas fue objeto de cuestionamientos y críticas, razón por la que Estados Unidos apenas posee 21 de estas máquinas.