La abogada Paola Plaza interpuso una acción judicial con el fin de esclarecer la supuesta "ayuda" que recibió el dictador tras su arresto en Londres y regreso a Chile por parte de diplomáticos de la época.
Este viernes, la abogada Paola Plaza interpuso una querella por la supuesta ayuda prestada por el gobierno de Eduardo Frei a Augusto Pinochet durante su detención en Londres a fines de los años 90.
La acción fue ingresada luego de que se diera a conocer una publicación del escritor e investigador británico Philippe Sands, que destapó que dicha administración ayudó al dictador a mentir sobre su enfermedad.
Eso permitió al entonces senador designado regresar a Chile y no ser extraditado en España, país donde el juez Baltasar Garzón había dictado una orden de captura por delitos de genocidio, torturas y desapariciones forzadas.
La acción, ingresada por la propia Silva, más Angélica Palleras, Eduardo Cortés y Lorena Hoyos, incluye la solicitud de citar a declarar a varios diplomáticos de la época para que esclarezcan el proceso, consignó Biobío..
Entre los apuntados están el actual ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, quien era funcionario en ese entonces.
A ellos se les suman los excancilleres José Miguel Insulza y Juan Gabriel Valdés, y el exembajador del Reino Unido, Pedro Cabrera.
Según detalla el escrito, según los "antecedentes de la ayuda prestada a Pinochet, se configura el delito de encubrimiento".
Por su parte, en declaraciones recogidas por Biobío, la abogada Karrina Fernández valoró la querella como una forma de buscar justicia.
"Es importante para mostrar que los delitos no terminan cuando acaban las dictaduras, es indispensable que contemos con los antecedentes. La clase política, la diplomacia, el Ejército están llamados a hacer una entrega de esa información", sostuvo.