Comenzarán a usarse en mayo y apuntan a intervenir la cultura carcelaria y mejorar el control en los recintos penitenciarios del país.
Un importante cambio comenzará a regir en las cárceles chilenas a partir del mes de mayo: algunos de los reclusos más peligrosos del país comenzarán a utilizar un nuevo uniforme.
De acuerdo a La Tercera, la modificación se pondrá en marcha inicialmente con 36 reos, ubicados en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas), en Santiago.
En concreto, el nuevo uniforme constará de cuatro prendas: una camiseta manga larga naranja, un pantalón azul, más un polerón y una parka, estas dos últimas con colores combinados.
¿El objetivo? La incorporación de esta medida permite controlar de mejor manera el ingreso de objetos prohibidos a las cárceles, al impedir que los internos reciban encomiendas de ropa.
Otro de los objetivos apunta a que su uso puede "intervenir un aspecto propio de la cultura carcelaria y la delincuencia, que tiene que ver con la ostentación y jerarquías", de acuerdo al ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero.
Esto, especialmente destinado a la desarticulación de bandas ligadas al crimen organizado. Como último punto, y que no deja de causar curiosidad, es el carácter ignífugo de la vestimenta; son resistentes al fuego y a altas temperaturas.
Un primer stock ya habría sido adquirido mediante una compra reservada, y su implementación en otros recintos estaría sujeto a una evaluación a lo que ocurra en el Repas, el que comenzará en las próximas semanas.