Un funcionario de la Policía de Investigaciones fue detenido por presuntamente ser parte de una agencia dedicada a enviar delincuentes al extranjero para robar mansiones en EE.UU. El inspector desempañaba labores en policía internacional del aeropuerto, facilitando la salida y entrada de los miembros de la banda por el terminal aéreo con documentación falsa y cuantiosos botines. Habría recibido un millón y medio por cada operación, por lo que se le imputaron delitos de soborno y cohecho reiterados.