Tras someterse a varios chequeos médicos, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, fue diagnosticado con insuficiencia venosa crónica, algo que fue confirmado por la Casa Blanca. Se trata de una dolencia vascular, común en adultos mayores, que tiene su origen cuando las venas tienen problemas para retornar la sangre desde las extremidades al corazón. Se trata de una afección tratable que implica molestias físicas, pero que no impediría al mandatario de 79 años ejercer su cargo.