Rusia bombardeó masivamente a Ucrania con más de 800 drones y más de una docena de misiles, incluida Kiev. Según la primera ministra ucraniana, Yulia Sviridenko, "por primera vez" como consecuencia de un ataque ruso resultó dañada la sede del Gobierno en Kiev, en particular el techo y los pisos superiores. "Esto representa una grave escalada", escribió el ministro ucraniano de Exteriores, Andrí Sibiga.