Un verdadero caos fue lo que generó un grupo de turistas británicos a bordo de un avión que cubría la ruta Londres-Alicante. Los individuos tenían por objetivo aterrizar en la ciudad española para celebrar una despedida de soltero, pero su accionar arriba de la aeronave frustró sus planes mucho antes. En la previa de los festejos, los ocupantes consumieron alcohol en exceso y protagonizaron disturbios en pleno vuelo, lo que obligó al avión a desviarse y aterrizar anticipadamente en Toulouse, Francia, donde hubo varios detenidos.