Los últimos cortes masivos de electricidad no solo evidenciaron las debilidades del sistema, sino que, además, tuvieron consecuencias fatales para quienes necesitan de esta energía para vivir: Los electrodependientes. En un lapidario informe, la Contraloría no solo apunta a la eventual responsabilidad de las empresas en estas muertes, sino también a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, como ente encargado de fiscalizar que las distribuidoras cumplan la ley, lo que no habría sido hecho a cabalidad.