La inclusión de personas trans en las competiciones deportivas sigue generando polémica, sobre todo cuando se trata de mujeres. El debate se reabre —aunque nunca ha estado cerrado— tras lo sucedido con Lia Thomas, una nadadora trans que ha pulverizado los récords de la Ivy League —el selecto grupo de las mejores universidad en Estados Unidos, como Harvard o Yale— y que durante los torneos aventaja a sus contrincantes de manera brutal.
Este jueves, Thomas revalidó su título como campeona de los 500 metros libres y rompió el récord de la Ivy League. En un video publicado por la Universidad de Pensilvania, a la que Thomas representa, se puede observar la gigantesca diferencia entre la nadadora trans y las demás competidoras cisgénero.
Catherine Buroker, también representante de Penn, obtuvo la medalla de plata. En el registro se ve cómo Buroker no puede mantener el ritmo de Thomas, quien ganó con un crono de 4:37.32.
Una carta para que Thomas deje de competir
Hace algunas semanas, 16 competidoras del equipo de natación de Penn escribieron una carta anónima donde pedían que a Thomas no se le permitiera competir más. Nancy Hogshead, exnadadora, le dio voz a la misiva y la publicó en sus redes sociales. En ella solicitan que las autoridades de la universidad apoyen a las "mujeres biológicas".
"Apoyamos totalmente la decisión de Lia Thomas de transicionar de hombre a mujer (...). Sin embargo, Lia tiene una ventaja biológica injusta en el deporte", afirmaron sus compañeras. "Ha sido extremadamente difícil para nosotras ser derrotadas por alguien que compite con ventaja por tener una fuerza, una altura y una capacidad pulmonar propia de los hombres", agregaron.
Por eso, solicitaron a la NCAA —organismo que rige las competiciones deportivas universitarias— que ajustara su normativa en cuanto a la participación de mujeres trans en competiciones, para fortalecer la igualdad.
Tras la polémica por Thomas, USA Swimming señaló que sus directrices cambiarán de ahora en adelante. En específico, se fijarán directrices “desde una perspectiva médica, el desarrollo físico previo del atleta como varón, mitigado por cualquier intervención médica, no le dé una ventaja competitiva sobre sus competidoras cisgénero”. Las normas de la NCAA establecen que una atleta trans debe estar en tratamiento de supresión de testosterona por más de un año; Thomas lo había estado durante dos.
¿El problema? Thomas, nacido como William Thomas, realizó su transición recién a los 19 años, lo que le permitió vivir su pubertad y desarrollarse como varón. Como nadador, Thomas estaba rankeado en el puesto 462; como mujer, está en la primera posición.
