Dos ligas de España, dos Copas del Rey, una Champions League y varias medallas representando a Chile en la disciplina que tanto ama y que comenzó a practicar cuando tenía solamente 4 años.
La referencia es para Marco Oneto Zuñiga (41), quien se convirtió en uno de los grandes referentes del balonmano y que ahora, una vez retirado, hace un completo análisis del deporte nacional.
Nació en Viña del Mar, se siente quilpueíno y hoy está radicado en Concón, desde donde se mueve todos los días para llevar a dos de sus tres hijos al colegio y tener las reuniones de su empresa y fundación.
El propio ex atleta reconoce a CHV Deportes que hay un cambio profundo en su vida tras su retiro en 2021 e indica que "no esperaba estar donde estoy ahora, pero también me gustaría estar por encima. Soy muy competitivo, pero no con otros. Nunca me he preocupado de ver qué tiene el otro o por qué lo tiene, que son cosas que pasan mucho con el deportista".
Marco Oneto aborda la envidia en el deporte
El apodado "Gigante Maravilla" profundiza en que "en los deportes colectivos tienes a tu rival o compañero sentado a menos de un metro y vi en todos los equipos de todos los niveles esa envidia o comparaciones que son odiosas. Ahora veo a empresas que están por arriba de la mía y yo quiero llegar ahí, pero no para decir: 'te gané', sino que para decir: 'Lo conseguí y ahora voy por otro nivel'".
En ex handbolista, que actualmente está administrando su emprendimiento (Maoz29) y la Fundación Marco Oneto, además de ser director de Santiago 2023, indica que es "utópico e irreal" erradicar ese pensamiento de comparación o envidia en los jóvenes, más aún en quienes se están preparando para ser atletas profesionales.
“Eso es tan irreal como pedirle a alguien que no tenga miedo. Pero el miedo y la envidia pueden ser positivas. El miedo te define cuáles son tus límites, hasta dónde puedes llegar o qué debes superar para conseguir tu meta", añade.
Pensando en esas futuras generaciones, insiste en que hay que "entregar las herramientas necesarias a los jóvenes para que, cuando sientan envidia o vean algo que quieren conseguir, sepan identificar qué es lo que les está pasando y cómo aprovecharlo para mejorar. Si dejas que el miedo te domine, te bloquea y no vas avanzar. En la envidia es lo mismo".
Antes de sumarse a la Corporación de Santiago 2023, Oneto estuvo dos años y medio en el programa Promesas Chile, el cual busca potenciar el desarrollo en las primeras fases de la competitividad para llevarlos al Alto Rendimiento.
Justamente, apunta a que este fue uno de los aspectos que intentó inculcar en la iniciativa. "Acá no hay una receta, una verdad o un solo camino para el triunfo. Pero hay herramientas que a todos les sirve, sean cocineros, barrenderos, gerentes o deportistas. ¿Es difícil? Claro que sí. En general, acá en Chile tenemos poco conocimiento de nosotros. No sabemos lo que nos pasa y nos dejamos dominar por las emociones básicas", dice.
La importancia del proceso
Consultado sobre qué aspectos que observó en Europa se podrían replicar en Chile, Oneto asegura que lo primero es cambiar el concepto de "deportista joven". "A los 15 o 16 años ya vas atrasado. Los niños en formación tienen que ingerir los valores deportivos en la etapa infantil. Acá en Chile empiezan súper tarde".
"Uno de mis hijos es súper energético y le digo a mi mujer que lo metamos a algún deporte, pero en donde vivo no hay nada para esa edad. Ahí ya tienes el problema de que el niño o niña está entrando tarde", cuenta.
Otro inconveniente que observa es el del resultado rápido, algo que asegura "viví mucho en Promesas Chile. Se busca mucho resultado y no se avala el proceso. A mí no me interesa si una categoría infantil o cadete son campeones o tienen seleccionados. Eso es una estupidez del porte de un buque. Lo que importa es que esos niños se enamoren del deporte, quieran jugar, se diviertan y se encanten".
"Si le metemos el tema de los resultados, le instalamos el chip de la frustración. Para ser como Europa o Estados Unidos, primero hay que entender el deporte como allá lo hacen. Incluso en nuestra misma región: Argentina, Colombia o Brasil son países donde el deporte no es una moneda de cambio como lo es acá".
Oneto hace un análisis más profundo y recalca el tema del presupuesto, sosteniendo que "no vamos a decir que no hay lucas. No es así. Por supuesto que no tenemos el presupuesto de España o Estados Unidos, pero con lo que tenemos estoy seguro que podemos hacer más. Eso va en la sociedad en total, porque no podemos ser injustos y cargar todo al área pública, que es lo que pasa acá en Chile".
Ese punto es importante para el ex handbolista ya que manifiesta que "no todo depende de nosotros", colocando un particular ejemplo. "En el deporte no puedes mentir. Te pueden hacer un video en 3D y venderte como 'El Messi del balonmano', pero en la cancha se va a ver quién eres. Ahí nadie te va a ayudar. Da lo mismo tu religión, color o estado financiero porque todo se iguala".
El rendimiento de las selecciones de balonmano en Santiago 2023
Con pasos por el Barcelona, Bidasoa de España y el Magdeburgo de Alemania, entre otros importantes cuadros de Europa, el histórico pivote es voz autorizada para hablar sobre lo que se puede esperar de las selecciones de balonmano en los Juegos Panamericanos Santiago 2023 que transmitirá Chilevisión.
En el equipo femenino, el "Gigante Maravilla" destaca el trabajo del técnico Felipe Barrientos, ex compañero suyo en La Roja, que lideró el proceso que permitió a Las Lobas clasificar al Mundial adulto. Sin embargo, remarca que "sería un grueso error valorar al entrenador por el desempeño por una medalla. Él hizo un cambio muy grande".
De hecho, compara lo ocurrido con los varones. "Nuestros primeros Panamericanos fueron el 2003 y muchos estuvimos hasta Lima 2019. Empezamos saliendo quintos o sextos con Brasil y Argentina metiéndonos 30 goles. La primera medalla la conseguimos el 2011, dos ciclos después, y la plata el 2019".
"Los procesos deportivos son así. No puedes esperar un resultado antes de los ocho o diez años. Entiendo que el medallero manda, pero en las mujeres es una etapa. ¿Lo pueden conseguir? Sí, porque en los partidos definitorios las estadísticas mandan poco. Tienen opciones de medalla, aunque menos que los hombres porque estamos en un proceso con 10 años de diferencia", comenta.
Sobre la escuadra masculina, en la que estuvo casi 20 años, es más tajante. "Creo que el medallero está bastante seguro. Está difícil superar lo que hicimos porque Brasil no ha hecho más que mejorar. Son jugadores que están en equipos de primera categoría internacional, que es algo que nos pesa a nosotros. Aparte, tienen banca, que es otro problema nuestro", dice.
Oneto es lapidario y señala "con todo el amor y respeto" a sus compañeros que en la selección hubo "una primera línea corta. La realidad deportiva es esa. No tenemos mucho recambio generacional y nos va afectar. Chile va a seguir manteniendo el medallero por varios años, pero no sé qué tanto se va a acercar a Brasil o Argentina como lo estuvimos el 2019".
El primer clic lo hizo luego de ganar el bronce en Guadalajara 2011, instancia en la que notó que "no veía a un jugador que me fuera a pisar los talones. Eso no está bien porque la base de la élite está en la competencia", asegurando que la situación es muy similar a lo que se vive en el fútbol nacional.
"¿Cuál es el nivel de Alexis, Charles Aránguiz o Claudio Bravo? Juegan o jugaron en la élite internacional. Ese nivel está muy por encima de nuestras ligas. Es lo mismo en el balonmano y en todas las disciplinas. Nuestro deporte nacional formativo-competitivo es nulo, no es que sea bajo. No existe", complementa.
De cara a los Panamericanos y Parapanamericanos es enfático en que "tenemos una grandísima oportunidad de enseñar y hacer soñar a personas con el deporte. Esto no va a llegar solamente al niño que sueña con ser como alguien, sino que también a la señora que se levanta a las cinco de la mañana a trabajar para apenas pagar el pan".
Marco Oneto: ¿Con futuro en la política?
Al tener una amplia visión que va más allá de la cancha, ex el handbolista cuenta que algunas personas intentaron convencerlo para que postule a algún cargo público. En concreto, le pidieron que sea diputado, alcalde de Villa Alemana, comuna en la que vivió un tiempo, y constituyente en 2021, que fue el que más le interesó.
"Gracias a Dios no me metí, porque con mi forma de pensar hubiera chocado mucho con lo que se vio de afuera. Lo hubiera pasado mal", indica Oneto, quien no descarta en asumir en algún momento como ministro del Deporte o director nacional del Instituto Nacional de Deportes (IND).
"Me encantaría tener la opción de poder mover la aguja. No sé si lo podría conseguir, pero te juro que daría todo. Con mis errores y aciertos. Antes no lo tomé porque las formas no me gustaron. Estoy acostumbrado a que, si alguien te quiere fichar porque creen que vas a ser aporte en su equipo, se la juegue por ti, te busquen y te acojan. Acá era como 'ven a jugar para nosotros, pero tú cúbrete"', añade.
Oneto insiste que en el país "nos perdemos en peleas chicas y afirma que "cuando era capitán, estoy seguro de que muchos de mis compañeros me putearon y hablaron mal de mí. Incluso cercanos míos. Si estás en un cargo en el que debes representar es porque alguien confió en ti y no puedes estar dándole el gusto a todos. Es imposible".
El referente del balonmano nacional concluye que si pudiera estar en uno de esos puesto pretende “ser y no parecer que hago. No sé si alguien va a estar dispuesto a apoyar esa filosofía porque acá hay muchas vacas sagradas que quieren seguir así. No digo que tengo la verdad absoluta y que puedo mejorar algo, pero al menos puedo intentarlo teniendo una visión distinta”.
“Si todos nos quedamos afuera: ¿Cuándo cambia y mejora Chile?”, sentencia.
