¡Emotivo! Huaso Isla visitó la que fue su pieza cuando era cadete en la UC: “A mí me tocaba ser más duro con los niños” - Chilevisión
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¡Emotivo! Huaso Isla visitó la que fue su pieza cuando era cadete en la UC: “A mí me tocaba ser más duro con los niños”

En una entrevista con el sitio oficial del tetracampeón, el bicampeón de América liberó todos los recuerdos de su época como cadete.

Martes 28 de junio de 2022 | 16:08

Mauricio Isla se convirtió en el gran refuerzo del fútbol chileno para esta temporada. El bicampeón de América llegó a Universidad Católica por dos años y medio y el sábado tuvo su debut ante su gente, en San Carlos de Apoquindo. Fue ovacionado por el público y el Huaso respondió al cariño con dos asistencias.

El partido ante Unión San Felipe no solo fue su estreno con la camiseta cruzada, sino en todo el fútbol chileno. El oriundo de Buin jamás logró jugar profesionalmente en Chile ya que partió a Europa cuando aún era parte de las juveniles del tetracampeón. 

En conversacion con el canal oficial de Cruzados, el Huaso revivió su infancia y su época de cadete visitando la Casa Cruzada, lugar donde los juveniles de la UC pueden vivir y estudiar mientras dure su formación. En su caso, Isla estuvo tres años allí cuando tenía alrededor de 15 años. 

"Viste, está todo cambiado", exclamó cuando llegó a la que fue su habitación. "Aquí teníamos camarotes, eran cuatro. Ahí había muebles para dejar la ropa. Imagínate, ocho niños durmiendo aquí. Yo dormía en esta cama y en las otras dormías niños de 9 años", detalló el lateral derecho.

Comentó que él junto a otros compañeros tenían que hacerse cargo de los menores, quienes según su relato eran los que hacían las maldades. "Ojo con eso, no solo los grandes, los niños también. Aquí vivía el Pupi Vásquez, Mauricio Zenteno, y dos o tres jugadores más. Ellos nos trataban muy bien, pero también les gustaba jugar con los niños".

El Huaso recordó con cariño la época de invierno en la Precordillera, cuando el frío y la oscuridad bajaban de la montaña: "Salíamos y nos poníamos a contar historias de terror, a jugar a la escondida. Lo pasábamos súper bien. Obviamente el club tenía sus normas y tenías que respetar muchas cosas, y en ese sentido Mauro Brizuela y yo teníamos que ser los más duros con los niños".

La segunda parte de la entrevista se publicará en los próximos días. 

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