Isabel Ubilla se convirtió en el símbolo del destape chileno. Noche, luces, brillo y glamour. La vida bohemia santiaguina, en los años 50 tenía una sede: el teatro Ópera de la calle Huérfanos, el cual albergó por décadas un show inédito que causó sensación en el público. En un Chile conservador, las mujeres vistieron plumas, bailaron, cantaron y mostraron piel, quedando demostrado que podían brillar aún más que las vedettes extranjeras. "Pitica", con 17 años abrió paso en el espectáculo del Bim Bam Bum, siendo con los años, una precursora en el nicho del los shows nocturnos. Hoy, a sus 89 años, producto de un paro cardiorespiratorio, falleció, dejando un legado digno de aplaudir, tal como lo hizo su público para reconocerla en sus tiempos de gloria.