Con cámaras, micrófonos y audífonos funcionaba el sofisticado sistema con el que una banda ayudaba a personas a aprobar con trampa el exámen teórico de conducir. El fraudulento método encendió sospechas y fue detectado en el municipio de Quilicura, debido a que los individuos acudían a rendir el exámen utilizando parkas y gorros, incluso cuando hacía calor. Según se conoce, el grupo delictual cobraba entre $300 a $500 mil pesos para ayudar a rendir la prueba en tiempo real.