Seis detenidos y 233 niños intoxicados es el saldo que dejó un dramático episodio registrado en los últimos días en un jardín infantil en China. El caso estalló una vez que la directora de un establecimiento educacional ordenara a los cocineros aplicar pintura industrial sobre las preparaciones, con el objetivo de "mejorar el aspecto" de la comida servida. Lo que ni ellos, ni niños ni apoderados sabían era lo que estaba por venir. Algunas sustancias tóxicas en las comidas, como el plomo, superaban ampliamente el límite legal, motivo por el que los niños resultaron envenenados.