Lo acusaron de violar a su propia sobrina cuando ella era una adolescente, como imputado compareció ante la justicia, la que dictaminó su prisión preventiva por considerarlo un peligro para la sociedad. Sin embargo, como estábamos en pandemia, la audiencia fue telemática, lo que le dio la oportunidad de escapar. Durante más de tres años permaneció prófugo y pese a que había una orden de arresto en su contra, incluso retomó su vida casi con total normalidad y se paseaba libremente y a vista y paciencia de todos. ¿Cómo terminó esta historia? Lo vemos en el reportaje de Alejandra González y Raúl Poblete.