Durante la mañana de este martes se desarolla el desalojo de la toma Calicheros en Quilpué, donde cerca de 130 familias deberán abandonar los terrenos pertenecientes a la familia Correa Uribe. Más de 20 vehículos policiales se encuentran apostados en el lugar, entre ellos, radiopatrullas, carros lanzaaguas y furgones. Si bien el fin de semana varios pobladores desarmaron sus viviendas, otros se niegan a dejar los terrenos.