Pese a que aún no será coronado, Carlos III se convirtió en Rey automáticamente tras la muerte de su madre, la Reina Isabel II. En su primer día al mando, el monarca dio un sentido discurso, en el incluso hizo un guiño a su hijo Harry y esposa Megan, y se acercó a la ciudadanía a las afueras del Palacio de Buckingham. Ahí dio la mano a la multitud que lo llenó de flores y gestos de cariño.