Showoman de tomo y lomo, y con una voz versátil que es capaz de igualar miles de tonos. Con ese talento, "Rachel Castle" saltó a la fama en la televisión, deslumbrando con su seguridad propia y con una simpatía que cautiva.
Pero el baile también es otra de sus fortalezas, acoplándose a la multiplicidad de sus facetas que despliega sobre el escenario y frente a las cámaras.
Desde niña supo que lo suyo era estar en el centro de atención. Y esa mezcla de descaro y ternura se convirtió en su marca registrada, lanzando una carrera internacional que inclusive la convirtió en una celebridad al otro lado de la frontera.
Las redes la aclaman y cada cierto tiempo resurgen su video de las 5.000 imitaciones, pero es importante saber que Raquel no sólo es esa mujer que impactó con su aplomo de una diva, sino que también es la mujer que nunca se cansa de ser todas, y al mismo tiempo, inconfundiblemente, ella misma.