Modelo y presentadora chilena.
Francisca Undurraga asegura: “Tengo en mis manos el sabor y el olor de los condimentos precisos para usar en la cocina.”
A sus 34 años, Francisca asegura que está en un momento “zen” de su vida. La pandemia la ha hecho madurar y apreciar la vida y las relaciones humanas de otra manera.
“Me vine a vivir a México después de un montón de relaciones tóxicas, con el pololo que conocí en el reality y por el que nadie dio un peso por nosotros. Estoy cambiada y feliz de reencontrarme con Chile”.
Fran Undurraga estudió Relaciones Públicas, era la “matea” de la universidad pero los nervios le jugaron en contra cuando dio su examen de grado y reprobó. Nunca más lo quiso dar por miedo al fracaso, pero pese a eso, logró su sueño de trabajar en televisión.
“De joven trabajaba en cuanto evento existía, fui promotora, modelo, staff de verano, secretaría, y así pude juntar las lucas para ponerme pechugas, para mí era muy importante reafirmar mi autoestima, porque sufrí mucho bullying cuando chica. No era solo convertirme en la mina rica, sino que enseñarme a mí misma que era capaz de conseguir lo que me proponía”.
Su familia no estaba muy contenta con su carrera televisiva, porque aparte de exponer su cuerpo, exponía su vida personal, pero nada la detuvo. Hoy ha participado en importantes espacios de televisión, como SQP, Intrusos, la gala del Festival de Viña, Morandé con Compañía, Vértigo, Bailando, entre otros.
“Siento que mí, pese a lo que logré en la tele, ya quedé como el personaje, no tendré un programa o no seré panelista nuevamente, pero eso me ha enseñado a madurar, ahora pienso en tener mi propia tienda de ropa, o poner un restaurante acá en México, que creo que es mi lugar favorito para vivir”.
De niña tuvo que cambiarse muchas veces de ciudad por el trabajo de su papá, le costó establecer relaciones con amigos duraderos o pololos. Finalmente en el último reality donde estuvo conoció el amor, Clovis Neinow, un mexicano famoso de los realities de MTV. “Amo México, siento que al fin pude encontrar mi lugar. Estoy bien acompañada y eso me encanta”.
Está feliz de reencontrarse con la cocina que es algo que le apasiona. No come carne, pero está dispuesta a dejar su dieta animalista de lado con tal de ganar el programa. “Me gusta mucho cocinar. Tuve un pololo mucho tiempo con quien viví, y yo me convertí en una dueña de casa siendo súper joven, antes de los 30,
entonces hago de todo. Cocino bien y me conecta con una Fran niña que iba al huerto a sacar especias o aliños, tengo en mis manos el sabor y el olor de los condimentos precisos para usar en la cocina”.
El desafío de entrar a “El Discípulo del Chef” tiene un doble significado para Francisca. Por un lado, reencontrarse con la tele y la cocina y por otro dice: “quiero demostrarle a la gente que aparte de mostrar las pechugas, sé cocinar jajajja, soy una mujer común y corriente. Me han juzgado mucho por ser sensual y decir lo que pienso sin tapujos. También por mostrar quizás más de la cuenta en redes sociales o en programas de TV, pero en realidad soy súper normal. Me cago de la risa con mis amigos, soy buena persona, soy sensible, he sufrido un montón como cualquier mujer chilena, entonces estoy súper dispuesta a mostrar ese lado de mí”.
No se considera conflictiva, es de una personalidad fácil, y está entusiasmada con que su chef pueda ser Sergi. “Encuentro que el español, ¡tiene una personalidad que a mí me encanta!, es sensual, lo encuentro mino, me encanta, que me rete todo lo que quiera, que yo ahí lo voy a conquistar, ojalá me toque con él jajaja, además, lo voy a conquistar con mi especialidad, una lasaña de berenjenas exquisita o un guiso de lentejas con quínoa que me queda de muerte. Vengo a darlo todo al programa”.
