Por Marcelo Barrientos
La era de Ricardo Gareca al mando de la Selección Chilena está a punto de comenzar y hay un solo objetivo en mente: Clasificar al Mundial del 2026.
El Tigre dejó en claro desde su presentación que esa es su prioridad absoluta con La Roja, por lo que necesita toda la "ayuda" posible.
Esto podría incluir inesperados retornos de varios integrantes de la Generación Dorada al combinado nacional. De hecho, el DT no escondió los nombres que estudia: Mauricio Isla, Marcelo Díaz y Eduardo Vargas, entre otros.
El aporte de la Generación Dorada
Todos estos nombres fueron claves en la época gloriosa de la selección, aunque estos últimos años no fueron considerados por los diversos entrenadores.
Quizás de forma sorpresiva, los experimentados tendrían su último baile en este proceso, donde su aporte en la cancha podría ser importante.
Más allá de la experiencia que eventualmente transmitirán a los más jóvenes, es vital que contribuyan dentro del campo con un buen rendimiento para ganar los partidos.
La ecuación debe ser sencilla: Si están bien, que sean convocados. Si son los mejores, que jueguen por los puntos. De otra manera, el limbo en el que ha estado La Roja los últimos años se mantendrá y competir será cada vez más difícil.
En ese aspecto, el que podría tener más chances es Isla, de gran rendimiento en Independiente y con muy pocos problemas físicos en el último año.
El Huaso podría retomar la banda derecha que nunca tuvo un dueño absoluto, pasando por Paulo Díaz, Matías Catalán y hasta Felipe Loyola, otro que se transformó en una esperanza del manoseado "recambio".
La última palabra la tendrá el propio Gareca con la nómina para los amistosos de fines de marzo ante Albania y Francia, instancia ideal para hacer nuevos análisis.
