Cuando “Techo para todos” llega a entregar casas a la población donde vive Johnny, él queda loco con Magdalena, una guapa voluntaria que no tiene prejuicios. El problema es que su nueva conquista desata la furia de sus ex parejas y se mete en graves problemas.

El mentiroso de Kike maneja una ambulancia en donde, además de transportar pacientes, se engrupe a todas las mujeres que conoce. Eso, hasta que Sol, su polola, lo descubre, por lo que decide tatuarse su nombre para que lo perdone. ¿Le resultará?

Celso es un panadero de barrio y está obsesionado con Amelie, una vecina colombiana de generosas y morenas curvas. La oportunidad de entrar en la vida de la colombiana llega cuando es abandonada por su marido y desalojada por no pago del arriendo. Pero no todo es tan fácil: Celso deberá enfrentar un particular rival.

Para Henry y Teobaldo son dos compadres que viven en la misma villa. La noche de Halloween se convierte en la oportunidad de concretar una que otra aventura. Pero este año la comunidad se opone a celebrar la fiesta debido a los destrozos generados por los niños en años anteriores. Los compadres, para evitar el boicot en sus planes, se ofrecen a vigilar y controlar a los chicos durante la noche, excusa perfecta para salir de sus hogares y visitar a las vecinas que también quedan solas. Todo parece ir a pedir de boca, hasta que aparece un tercer y más astuto patas negras en la villa.

Don Marcelo, el dueño de una afamada chocolatería, viaja a Chile para compartir con sus empleados y conoce a Valeria una guardia de la empresa, hasta que Juan Eduardo su jefe y pareja la increpa ya que ella usa un relleno que hace que luzca un perfecto trasero que los vuelve locos a todos, incluso a Don Marcelo.

Moisés tiene una hija en edad de merecer y con un pololo, a todas luces, jote. Él quiere controlar a la chiquilla, así que decide terminar su tesis en la misma universidad en que estudia su hija. La experiencia universitaria pone al cuarentón de cabeza cuando conoce a Paz, una veinteañera liberal y sin complejos.

La tímida Celia espera con ansias la llegada de Mariano, un argentinazo guapo y entrador que ha cruzado la cordillera montado en su moto sólo para conocerla.

El futbol es un deporte serio, independiente si el juego se desarrolla en la Copa Libertadores, en una pichanga o una Liga Amateur. Y es así como lo vive Humberto, el Profe de un pequeño equipo de barrio que pierde inesperadamente a su máximo goleador. Así es como entra al juego Ramón, el Refuerzo.

Tres amigas, aburridas de sus parejas, agotadas de ser las perfectas dueñas de casas, y adhiriendo al sufrimiento de una de ellas por haber sido gorriada, deciden irse de juerga. Dispuestas a todo, se arrancan a un tranquilo refugio en la nieve donde abundan los extranjeros guapos y deseosos de aventuras.