Durante esta semana, la Congregación de los Sagrados Corazones dio a conocer su investigación sobre los casos de adopciones irregulares y declaró al sacerdote Gerardo Joannon como responsable de estos ilícitos, razón por la que decidieron enviarlo a "reflexionar" a España.
Tras conocerse la sentencia de la institución católica, el juez Mario Carroza, encargado del caso, dictó orden de arraigo para el sacerdote con el fin de interrogarlo y obtener mayores antecedentes.
Si bien se conocen algunos casos de adopciones ilegales, el de Matías Troncoso, de 33 años, es emblemático, pues sus padres reconocieron la existencia de dinero para gastos operacionales en su adopción.
El joven cuenta que sus padres querían tener hijos, pero no podían. Su tío, quien además era abogado y cercano al sacerdote Joannon, se hizo cargo de la adopción, sin embargo sus ellos nunca supieron que había sido un proceso irregular.
En un primer momento, Joannon declaró que la motivación para buscarles un nuevo hogar a los niños era evitar un aborto de sus madres. No obstante, en base a las denuncias, se comprobó que ninguna familia quería terminar con el embarazo. ¿Entonces qué pudo haber motivado?
"Pienso que fue temor al 'qué dirán'. Cuando una familia es capaz de pasar por alto los derechos de su propia hija para vulnerar los derechos de conservar su hijo, que es un derecho básico, por miedo a la presión social, hay algo de locura. Hace 120 años atrás, una niñita de 17 años teniendo un hijo era algo muy normal. ¿Qué pasó 120 años después?", dijo Matías Troncoso. Y añadió: "Hay madres a las que hacían dormir y cuando despertaban les decían que la guagua había muerto".
