En un Chile bajo dictadura, los canales de televisión se encontraban controlados por militares. Pese a ello, Patricio Bañados encontró más de una salida para evitar desinformar a la población, lo que en este caso le costó su trabajo.
Miércoles 11 de noviembre de 2020 | 11:53
Comunicar es una tarea que Patricio Bañados bien conoce.
En sus años de periodista, le ha tocado informar diferentes eventos: el mundial del '62, el discurso presidencial de Arturo Alessandri, la recepción del cardenal Raúl Silva Henríquez, entre otros.
Hubo una época, sin duda, en que hacer periodismo adquirió mayor complejidad, y fue durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Allí, la información falsa comenzó a proliferar por razones políticas. Mentira y omisión fueron algo natural en los noticieros.
Bañados recuerda un momento en particular en donde prefirió la verdad por sobre su trabajo.
La nota, dice, era sobre la convocatoria de oposición en el Teatro Caupolicán a propósito del plebiscito de 1980, misma en la que participó Eduardo Frei Montalva.
Lo que tenía que decir en el noticiero era que "habían actuado reconocidos grupos marxistas animando con arengas a la población y luego habló el ex presidente Eduardo Frei Montalva utilizando las mismas palabras que llevaron al país al comunismo".
La acción que tomó el periodista entonces, comenta en conversación con Nicolás Copano, fue neutralizar el mensaje y llevarlo solo a los hechos.
"Termina el noticiario y me está esperando el segundo de prensa y me dice: 'Estás expulsado del canal'. Entonces bien les dije yo, ustedes sabrán, la gente me va a preguntar por qué y yo voy a decir por qué".
