El matrimonio es ante todo un contrato civil, y por lo tanto su naturaleza está definida por nosotros, hombres y mujeres que, como actores sociales debemos garantizar que el Estado reconozca los mismos derechos civiles para todos y cada uno de nosotros.
Miércoles 14 de junio de 2017 | 15:44
Los pre candidatos Sebastián Piñera y Manuel José Ossandón no han logrado entender que la discusión por el reconocimiento legal del matrimonio igualitario es un debate de carácter cívico, y que no tiene nada que ver con sus creencias religiosas. El matrimonio es ante todo un contrato civil, y por lo tanto su naturaleza está definida por nosotros, hombres y mujeres que, como actores sociales somos quienes, en conjunto, debemos garantizar que el Estado reconozca los mismos derechos civiles para todos y cada uno de nosotros.
Lejano a lo que piensan, el matrimonio es una unión voluntaria donde Dios y su sacramento no son partes del debate. Este contrato es la respuesta a un orden social que debe garantizar el pleno desarrollo de todos los ciudadanos, desde su esfera más privada hasta la más pública, ergo, el carácter sacramental de la que hace gala la derecha chilena no cabe en una discusión donde lo que importa es el reconocimiento legal de todo tipo de familias y sus miembros.
Me gustaría invitar a los pre candidatos a hacer política desde bases argumentativas concretas, y que de una vez puedan dejar de lado creencias sectarias que no son, ni volverán a ser, coherentes con los asuntos públicos del país.
