Felipe nació con una complicada malformación en uno de sus pies que fue detectada en los últimos días del embarazo, que le impediría caminar normalmente.
Sus padres provienen de una familia de tradición futbolista en la que ambos han jugado, con una relación muy cercana con un club de barrio llamado La Arboleda.
Gracias a su ingreso al instituto Teletón, Felipe encontró la oportunidad de aprender a caminar, de tener su propia prótesis para mejorar su movilidad e incluso realizar deportes. En el mismo club que su padre, el joven se convirtió en arquero, tal como fue su sueño. Hoy la familia juega fútbol en familia.
Claudio Bravo, capitán de La Roja, le regaló al pequeño arquero un emotivo saludo, sus guantes y su camiseta, para que pueda jugar con ellas junto a sus amigos del club.
