El exmarido de Amaya Forch se refirió a demanda: "Estoy sorprendido y dolido por la bajeza de lo acontecido".
Viernes 23 de septiembre de 2016 | 15:40
Amaro Gómez-Pablos rompió el silenció y de una manera muy excepcional. El exmarido de Amaya Forch habló de la denuncia de violencia intrafamiliar que interpuso la actriz en su contra, aclarando que él no es una persona violenta. Extraño se torna la decisión de hablar, dado que jamás el exTVN declara a los programas de farándula sobre su vida privada.
"Lamento el tenor de esta conversación. No estoy ni enrabiado ni enojado, sino profundamente sorprendido, dolido y entristecido por la bajeza de todo lo que ha acontecido en el último tiempo. Ustedes me conocen y en general no hablo, pero dada la acusación no me queda otra".
"Esta situación ha rebasado todos los límites de la decencia. Soy hijo de madre separada, no está en mi ADN. Aquellos que me conocen saben que no soy una persona violenta. Es muy coincidente que se dé en el marco de la rebaja de una pensión"
"Es contradictorio que la supuesta madre agredida me pase a los niños. Una madre que es violentada no pasa los niños al padre. Entré a la casa para consolar a mi hija porque estaba llorando por un episodio gratuito. No me arrepiento de ello, no soy un criminal, puedo entrar a esa casa, que por cierto yo pago. Cuando Amaya empieza a amenazarme con llamar a Carabineros le dije: Haz lo que quieras, yo voy a estar con mi hija".
"En Chile las mentiras quedan, no tienen consecuencia. Lo que no entiendo es cuál es el ánimo de la destrucción, cuando sigo siendo el sostén de la familia. Mi hija mayor de 10 tiene conciencia plena de los acontecimientos, necesita resguardo, un mínimo de civilidad. Yo nunca he faltado. Hay que mantener un mínimo de cordura".
