Carlos Valencia: La mente tras el éxito de Pasapalabra - Chilevisión
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Carlos Valencia: La mente tras el éxito de Pasapalabra

El productor ejecutivo de Pasapalabra habló en exclusiva con CHV.cl para revelar detalles inéditos del programa que cautiva a las familias chilenas.

Lunes 8 de julio de 2019 | 17:37

Carlos Valencia es el productor ejecutivo de Pasapalabra, el programa que ha marcado un hito en la televisión chilena y que actualmente es el espacio de concursos más importantes del país. Pero ¿cómo llegó Carlos a tomar las riendas de este desafío? ¿Cómo fue pasar de programas de moda y farándula a uno familiar?

En conversación exclusiva con CHV.cl el periodista contó lo feliz que se siente con este desafío. "De todos los proyectos, el más lindo, el que me tiene más contento, el que me llena el corazón es Pasapalabra, me siento muy orgulloso de hacerlo".

Además, reveló cómo surgió la idea de volver a la televisión con un programa de concursos y dio detalles de los Roscos que cada noche reúnen a cientos de familias frente a la pantalla ¿Qué secretos nos habrá contado?

¿Cómo surge la idea de hacer Pasapalabra en Chile?

Nos pidieron ver ese programa, a nosotros como equipo nos gustó mucho, vimos la versión argentina y me gustó al tiro. Todos sintonizamos en que era un súper buen proyecto y que juntaba varios requisitos: uno de ellos fue la contraprogramación, ya que en ese tiempo todos los canales tenían teleseries, lo otros es que hace tiempo no se hacían programas de concursos y, por último, era un programa barato de hacer. Además, el equipo argentino fue súper solidario porque nos enseñó a hacer el programa. Llegamos a Chile con ganas de hacer lo que nos enseñaron, pero aún más grande.

¿Cuáles son las diferencias de la versión chilena con el resto de los programas?

Este es otro programa. La versión argentina dura 72 minutos, nuestro programa en cambio dura 130 o 115. El programa original es solamente de concurso y el nuestro es de entretención donde la excusa es concursar y también las gráficas son diferentes. Hicimos crecer el programa de tal manera que hoy las versiones que se hacen en argentina son con nuestra gráfica, tomaron cosas nuestras, lo cual nos llena de orgullo porque también demuestra una fusión entre ambos equipos que pertenecen a Turner. El programa se ha vendido a otros países y se hace la versión chilena, con público, con el mesón del color nuestro, con nuestras gráficas, entonces ahí se ve un súper buen trabajo.

Asimismo, hemos inventado juegos nuevos como la ortografía, hemos hecho nuestras modificaciones. Por ejemplo, hacemos las entre pistas cuando alguien no sabe, lo que también le da pie a Julián para entretener. En todos los otros países las personas que llevan el programa son conductores, un presentador, en cambio en la versión chilena es un animador.

¿Julián Elfenbein siempre fue el candidato preferido para animar el programa?

Cuando pensamos en la mejor persona para hacer esto se nos ocurrió Julián. Pensamos en Javiera Contador, en José Miguel Viñuela y en él. Sin embargo, nuestra primera opción siempre fue Julián. Cuando partimos con la idea nos juntamos con un Julián que tenía un afro gigante y que estaba un poco desilusionado de la tele, no tenía muchas ganas de volver.

El productor contó que cuando partió el proyecto no eran amigos pese a que ya habían trabajado juntos. No obstante, la relación que se formó superó todas sus expectativas.

“Siempre he tenido la sensación de que es fundamental que la persona que está en el switch tenga una muy buena relación con la persona que está en el estudio, eso es primordial para que un programa funcione. Si no hay sintonía y química los programas no funcionan. Y he tenido muy buena suerte con las personas que he trabajado, con Julián Elfenbein nos transformamos en súper buenos amigos. Él es una muy buena persona. La gente tiene un estereotipo del rostro de TV que muchas veces es cierto pero otras veces no, en el caso de Julián no lo es. Es una persona sencilla, humilde, siempre tiene una palabra cortés, un profesional 100% pero, además, es una muy buena persona en la que se puede confiar y eso se agradece”.

¿Cómo se formó el equipo?

Convencimos a Julián para que se viniera a este proyecto que era de 3 meses, aprovechamos el equipo que teníamos de Maldita Moda y trajimos algunas personas que habían trabajado antes en programas de concursos para aprender, porque ese tipo de programas es muy distinto.

Los invitamos a participar a un proyecto de 13 capítulos que iría todos los domingos de enero a marzo del 2018. Y el primer domingo nos fue bien, sacamos 13,3 puntos que era harto para ese tiempo. Después nos pidieron ir dos veces a la semana y ahí ya nos dimos cuenta de que teníamos un fenómeno y eso en la TV es muy difícil. Es mucho más probable que a un programa le vaya mal, cuando eso pasa nadie se sorprende, es obvio que podía pasar. En cambio, cuando le va muy bien es sorprendente.

Y de un día para otro Pasapalabra llegó a la cima.

Sí, y así pasamos a estar 5 veces a la semana y ganamos en nuestro primer año el copihue de oro. La otra vez se hizo una encuesta de clima laboral y el programa que trabaja más feliz es Pasapalabra. Se logró armar un equipo compenetrado, que funciona de manera perfecta, cada uno sabe su función. Aquí están prohibidos los gritos, nadie se grita, no hay una mala palabra, todos nos comunicamos, nos entendemos, nos reunimos para poder explicar las veces que sea necesario algo, hasta que salga bien.

¿Todos estos elementos otorgaron el éxito?

Es fundamental un buen clima laboral, un gran animador y una idea que fue una mina de oro: esos tres elementos hicieron que este programa fuera un éxito, un programa que cualquier canal querría tener. Se está vendiendo el formato chileno para otras partes de América, de hecho.

Además, el programa tiene una virtud bien bonita que es que gana el que más sabe, no gana el más polémico o el más fuerte o el más chistoso. En este programa gana el conocimiento y eso es lo que la gente agradece. Hay grandes historias: Daniel Araya, Nicolás Gavilán, Sujey. Entonces nos hemos encontrado con historias maravillosas de gente que se lo ha ganado y otros no. Por todos esos elementos yo creo que la gente nos premia y es un agrado trabajar en un proyecto así.

 ¿Cómo es un día normal de grabación en Pasapalabra?

Nosotros grabamos dos capítulos los lunes, uno de 10:00 a 14:00 horas y otro de las 15:00 a las 19:00 horas aproximadamente, los martes hacemos lo mismo y los miércoles grabamos uno en la mañana.

El periodista asume que después de la operación de Julián bajó la intensidad y explica que el equipo siempre está a disposición de lo que el animador necesite. “Tenemos que estar de acuerdo con él, todo lo conversamos y llegamos a acuerdos. Eso es fundamental para nosotros, que él esté cómodo, eso no se tranza”.

¿Además del desempeño en el Rosco hay otro filtro para elegir a los participantes?

No, solamente sus capacidades. Hacemos tres castings de roscos, los que pasaron los dos primeros ya son buenos y en el tercero ya confirmamos que son muy buenos.

¿Cómo funciona la elección de los famosos invitados?

Vamos viendo con el equipo los famosos que sean buenos para jugar y también los que sean entretenidos, se van combinando y después por sorteo se dice a los concursantes qué famoso juega en cada equipo.

¿Se genera una relación cercana entre el equipo y los participantes?

ESTÁ PROHIBIDO. Nosotros no podemos almorzar con los participantes ni sacarnos fotos con ellos. Ellos no pueden estar en el lugar donde estamos reunidos, porque no se pueden crear lazos, estamos hablando de mucha plata. Diferente es cuando se han ganado el rosco. Ahí nos hemos sacado fotos todo el equipo con ellos, pero antes no. Yo les sugiero eso, que no entablen lazos de amistad, que no suban fotos, porque puede ser mal visto.

¿Cómo es el proceso de creación de un Rosco?

El equipo de guion se divide en dos áreas, unos que hacen los roscos y otros que se preocupan de los juegos. A los que hacen los roscos, uno les pide por ejemplo 18 fáciles, 4 intermedias y 3 difíciles, más o menos y los periodistas de acuerdo a eso van armándolo. Tenemos un word para que las palabras no se repitan, por la cantidad de capítulos que llevamos. Se pueden repetir las palabras, pero cambiando la acepción.

¿Cómo logran que no se filtre esa información?

Tenemos una caja fuerte. Terminada la redacción de los roscos -que lo hace una persona-, pasa a la revisión de la editora periodística y luego a mí. Una vez que están revisados se guardan en la caja fuerte y solo tres personas tienen acceso a eso: la productora general, la editora y yo. Y además cuando llegamos a grabar tenemos tres roscos y en el momento se define cuál se ocupa. Ponemos todos los resguardos que se puedan porque es mucho dinero, no corremos riesgos.

¿El equipo está pendiente de las redes sociales, se fijan en lo que dice el público respecto al programa?

Sí, tenemos un chat y nos mandamos los tweets que nos parecen interesantes o que pueden ser un aporte. Por ejemplo, de acuerdo a un periodista de LUN que nos mostró críticas por los famosos decidimos hacer un sorteo para designarlos. Siempre estamos atentos al tipo de música que piden, a las sugerencias de canciones o a los invitados.

¿Crees que Pasapalabra ha marcado un hito en la historia de la TV chilena?

Yo creo que al menos en los programas de concursos sí.

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