Un hombre movido por la ambición asesinó a toda la familia de su mujer para quedarse con la herencia y las posesiones. Jaime Ibáñez Romero asesinó a sus suegros y a sus cuñadas para dejar a su esposa como única heredera. Lo que no sabía era que hay otras hijas del padre de su pareja.
Miércoles 25 de junio de 2014 | 08:36