¿Son juegos de destreza o de azar? Es la constante pregunta sobre las máquinas tragamonedas que proliferan en Santiago en verdaderos casinos de barrio. Pero según los especialistas podrían producir adicción. Testimonios de mujeres que empezaron con 100 pesos y terminaron gastando el dinero del día e incluso más.
Es una diversión que se encuentra en botillerías, panaderías y almacenes de barrio. Una peligrosa entretención que se puede transformar en más que un juego. "Lo más que he perdido han sido 8 mil pesos en un día y no me da lata, sigo jugando por entretención", dijo la señora Jaqueline en un local de la comuna de Peñalolén.
Pero ¿Cómo saber si son adictivas? Muchas jugadoras asiduas a las máquinas tragamonedas que fueron consultadas aseguraron que para ellas el juego no ha llegado a ser algo que no pueden dejar de hacer, pero que sin embrago pueden pasar muchas horas al día.
La psicóloga Carmen Luz-Cea asegura que pasar muchas horas en uno de estos juegos, puede tomar ribetes adictivos y entregó detalles de las características que harían posible entender si se trata de sólo un pasatiempo o si pasa a ser una costumbre negativa. "Cuando tu dejas de otras obligaciones que son prioridad. Cuando ocupas la plata que tienes que ocupar en tus gastos básicos y mínimos o cuando te tientas y sacar el dinero a otra persona para poder gastarlo en el juego, se transforma en adicción, en una costumbre absoluta", aseguró la especialista.
