Miguel Araya exigía que el hombre que se había adueñado de su propiedad se fuera porque él necesitaba su casa y no había posibilidad de recibir dinero por arriendo. Él quería su vivienda y tras 4 años de trámites encontró en La Jueza la solución para recuperarla.
Martes 10 de junio de 2014 | 17:27