¿Por qué se habla tanto de la isoterma 0? Factor clave en las lluvias de verano - Chilevisión
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¿Por qué se habla tanto de la isoterma 0? Factor clave en las lluvias de verano

La Oficina Nacional de Emergencias decretó Alerta Temprana Preventiva por las lluvias y la opción de tormentas eléctricas sobre el centro-sur del país. En la región Metropolitana la mayor cantidad de agua caería en la cordillera y la precordillera.

Jueves 28 de enero de 2021 | 17:59

Por Alejandro Sepúlveda Jara

Las lluvias abundantes, incluso acompañadas por tormentas eléctricas, marcan estos últimos días de enero sobre el centro-sur del país, especialmente, entre O’Higgins y Los Ríos, aunque también estarán presentes en las regiones de Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana. Ante eso, la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) decretó Alerta Temprana Preventiva por la llegada del sistema frontal que, sumado al aporte de un río atmosférico, dejará precipitaciones cuyos montos podrían superar 100 milímetros de agua en algunos sectores.

 

Onemi advierte “la posibilidad de ocurrencia de remociones en masa, tales como flujos (aluviones), deslizamientos y/o caídas de rocas (derrumbes)” para las zonas que reciban la mayor cantidad de precipitaciones que, según los pronósticos, se extendería entre Maule y Los Ríos.

“La temperatura desciende en la medida que me alejo de la superficie de la Tierra hacia el cielo. Por ejemplo, si en el suelo, a nivel del mar, tenemos una temperatura de 20° en la medida que subimos ese registro disminuye”, explica Raúl Valenzuela, académico de la Universidad de O’Higgins e investigador del CR2 de la Universidad de Chile.

 

¿Cuánto disminuye? “Aproximadamente a una tasa de 9° por kilómetro. Así, al subir, llegamos a un punto en que la temperatura será de 0°. Ese sector, si uno lo extiende de manera horizontal, como si tendiéramos una sábana, en todos los lugares de esa sábana en dónde la temperatura es igual a 0° es lo que se conoce como isoterma 0”, ilustra el especialista.

 

Ahora, el punto del 0° es variable de acuerdo con una serie de factores. “En un concepto más amplio diremos que registra variaciones estacionales, así, durante el invierno, como tenemos más frío en la superficie, la isoterma 0 se situará en una zona más baja, por ejemplo, 2 mil metros de altitud. Mientras que, en verano, como tenemos temperaturas más cálidas, la isoterma 0 está en un sector más elevado, por ejemplo, 3 mil 500 metros”, detalla Raúl Valenzuela.

 

En síntesis, ante eventos de precipitaciones, este punto marca aproximadamente el límite entre su caída en estado sólido (sobre la Isoterma 0) o en estado líquido (bajo la Isoterma 0).

 

¿Qué consecuencias podría tener?

 

“Las lluvias con isoterma 0 alta afectan las nacientes de los ríos cordilleranos de origen nival. En esas cuencas hay una mayor pendiente y estos cauces transportan sedimentos y organismos, lo cual aumenta la turbiedad del agua y podrían provocar inundaciones en las zonas medias de los ríos, porque estos pequeños caudales en la medida que bajan se van uniendo a otros”, explica la Dra. Norka Fuentes, limnóloga de la Universidad de Los Lagos.

 

Hay elementos de la naturaleza cuya misión es amortiguar el impacto de eventos extremos como las lluvias de este fin de semana. “Ahora qué tan severas pueden ser esas inundaciones, dependerá de la presencia o no del bosque de ribera, el cual se forma en ambas orillas a lo largo del río. Estos se transforman en zonas de retención de sedientos. Otros retenedores naturales son los humedales fluviales o llanuras de inundación de los ríos, en los cuales, muchas veces, las personas construyen o realizan otro tipo de actividades para los cuales no están aptos”, afirma la especialista.

 

 

“En la cordillera hay mucho material suelto (piedras, rocas, arenas) que están habituados a recibir precipitación sólida (nieve) y no líquida (lluvia). Si cae mucha agua, parte de ese material escurre por las laderas de la montaña, ya sea en el cauce de los ríos, o en las quebradas, provocando deslizamientos de tierra o aluviones. Esto genera una reacción en cadena con la crecida repentina del cauce y el enturbiamiento de las aguas que pueden afectar el suministro en las plantas procesadores de agua potable”, anticipa Rodrigo Mondaca, geógrafo e integrante de la Red Meteorológica Aficionada de Chile (Redmeteo).

 

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