"Él estaba mal del estómago"
La mujer aseguró que "mi hermano y mis sobrinos me contaron de la situación. Al comentármelo, mi hermano me pidió disculpas porque lo que partió como una broma o comentario de mal gusto, fue tomado como una realidad por la madre de los niños, pero aquí hay dos antecedentes de mucha relevancia".
Trinidad explicó que "primero, que todos los exámenes médicos muestran que él estaba mal del estómago, pero no muestran nunca un envenenamiento; ante la sospecha de un posible envenenamiento, los médicos tienen la obligación de denunciar estos hechos ante la policía. Ese día lo vieron seis médicos y no hay ninguna denuncia".
"En segundo lugar, luego del episodio del envenenamiento, los niños pasaron el verano con nosotros en paz como siempre, bañándose en la piscina y jugando taca taca. ¿Si tú piensas seriamente que alguien está tratando de envenenar a tus hijos, sigues viviendo con ellos?", continuó Cruz-Coke.
"¿Los dejas que pasen el verano, que compartan paseos, que tengan una vida en común? Yo como madre jamás dejaría que mis hijos corrieran ese peligro. Eduardo sabía perfectamente que nosotros somos incapaces de hacerle algo, por eso seguíamos teniendo una convivencia cercana después del episodio, del cual nunca se volvió a hablar hasta ahora", finalizó la mujer.