Los criminales violentos y más peligrosos están en la torre norte de la cárcel de Dallas, sin embrago, efectivos de élite entran sin armas, ni blindaje, ya que se encuentran en celdas de aislamiento a las que solo entrarán exigiendo un estricto protocolo. Ahí debieron trasladar a un recluso que exigía ir a la enfermería.
En muchas de las celdas de aislamiento el caos impera y los reclusos no controlan sus acciones porque la soledad los enloquece. Así que el equipo solo entrará superando en número al recluso.
Uno de los internos pide de forma agresiva asistir a la enfermería asegurando que tenía algo en los genitales. Cinco oficiales del equipo especial entrar a la celda y lo inmovilizan con cierta resistencia, pero luego el operativo se dificulta.
El reo debió ser inmovilizado en una silla especial por la difícil condición en la que puso al equipo especial. Tras ser reducido y sujetado a la silla no fue trasladado a la enfermería debido a que dijo no tener nada en sus genitales.
