Terkil mostró su zona de encierro y a los pocos minutos después fue retirado por un altercado en una de las celdas a puño limpio que le dejaron secuelas en el rostro.
Este recluso no podrá volver a esa celda por su propia seguridad y paralelamente, los uniformados se unieron para comenzar a revisar las celdas exhaustivamente. Aquí todos los reos deben salir y son equipos de 10 oficiales los encargados de comenzar el proceso de revisión.
Una vez finalizado el protocolo de revisión de armas en los reclusos, empieza el rastreo de las celdas y aquí deben incautar cualquier elemento que pueda crear algún riesgo, por ejemplo, vendajes mal utilizados que los internos puedan utilizar para suicidarse.
Fue en este momento cuando los uniformados allanaron un guante herméticamente sellado con chicha artesanal, que habrían puesto fruta en fermentación, hecho que tuvo castigos considerables para los reclusos de esa zona, que incluso los puede llevar al a temida zona de "La Caja", una celda con menos de 7 metros cuadrados y sin posibilidad de ver la luz del día.
