En 2007 un grupo de estudiantes difundió un video en Youtube a modo de comercial, sobre la bebida ficticia “Tula”. El registro se convirtió en un clásico nacional y marcó a toda una generación. Doce años más tarde un emprendedor se hizo cargo de la marca y la comercializará de verdad.
El anuncio se dio a conocer hace seis días en Instagram, bajo la frase “¿Qué importa el nombre?” se presentó una misteriosa bebida. Finalmente, el viernes se dio a conocer que se trataba de Tula y rápidamente se viralizó, en menos de una semana consiguieron más de 150 mil seguidores en la red social.
Cabe destacar que, hace seis meses apareció una petición en Change.org que buscaba el apoyo de Fruna para comercializar la bebida energética. La solicitud contó con más de 30 mil firmas aproximadamente, pero hasta el momento se desconoce si la marca nacional está detrás de este anuncio.
