"No podía permitir que murieran": Testimonio de mujer que sobrevivió a macabra secta en Kenia y salvó a sus hijos

Salema Masha es una de las cientos de personas que acudieron al llamado del pastor Paul Mackenzie Nthenge, quien les dijo que debían practicar el ayuno hasta morir, para ascender al cielo y encontrarse con Jesucristo. Este es el relato de su impactante vivencia.

Sábado 20 de mayo de 2023 | 18:54

Ha pasado casi un mes desde que se descubrieron cientos de cadáveres de personas que pertenecían a una secta religiosa y que ayunaban con el fin de morir para "encontrarse con Jesucristo", en Kenia. Según los informes de las autoridades locales, los fallecidos ascienden a 235. Salema Masha pudo ser una de las víctimas. Ella siguió a su esposo, quien acudió al llamado del pastor Paul Mackenzie Nthenge para mudarse al bosque de Shakahola, en 2019. En aquel lugar, los seguidores del grupo religioso llamado Good News International Church se morirían de hambre para ascender al cielo.

El ayuno de las personas habría comenzado en enero de este año, después de que Mackenzie les dijera que el mundo estaba llegando a su fin. De este modo, ofreció el bosque como santuario y refugio para recibir el apocalipsis.

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La historia de Salema

Salema Masha, madre de cinco hijos, comenzó con esta práctica, pero escuchó una voz -que denominó como Dios-, que le dijo que aquello no era su voluntad y que aún tenía trabajo que hacer en el mundo.

Desde ese entonces dejó de ayunar, prohibiendo que sus hijos también lo hicieran. Sin embargo, no se podía ir del lugar. Es más, asistió al funeral de al menos ocho niños, quienes, según decían los líderes de la secta, "se iban a dormir".

Frente a esta situación, la mujer keniana comentó, en conversación con BBC Mundo, que le dijeron "si tus hijos no mueren, deberías dejar de asistir a los funerales de otras personas". En ese sentido, agregó que "cuando el niño lloraba o pedía comida o agua, nos decían que tomáramos una caña y lo golpeáramos para que se fueran a comer al cielo".

Aquello porque existía una orden dictada por el pastor, quien estableció que los niños y bebés debían ser los primeros en morir. Luego los solteros, después las mujeres, los hombres y, por último, los líderes de la secta.

Por ello, Salema señaló que "lo pensé y dije: 'No puedo seguir con esta situación, no puedo comer mientras mi hijo se muere de hambre'. Me dije a mí misma, 'si me siento tan mal cuando ayuno, ¿qué hay de mi hijo?'".

En cuanto a la idea de Paul Mackenzie Nthenge, reveló que "al principio, el pastor cavó... pozos de agua (en el bosque) y nos dijo que esperáramos a Jesús, y esperamos. Pero luego, de repente, nos dijo que debíamos ayunar e ir al cielo".

El esposo de Salema era uno de los ayudantes del pastor. Se dedicaba a enterrar los cadáveres que quedaban tras la práctica del ayuno. En su relato contó que un día, el hombre se plantó ante ellos y los obligó a ayunar. Cuatro días más tarde se fue a trabajar y Salema aprovechó de escapar.

"Mis hijos ayunaron durante cuatro días sin comida ni agua, y estaban llorando", recordó. "Entonces, cuando vi que estaban tan débiles, les di agua y me dije que no podía permitir que mis hijos murieran", continuó.

Al escapar, algunos de los miembros de la secta le hicieron frente, pero no lograron detenerla. Después de caminar varios kilómetros en la carretera, un hombre la llevó hasta un lugar seguro.

Hasta el momento, Paul Mackenzie Nthenge se encuentra detenido, junto a otros 16 sospechosos por los crímenes cometidos en el bosque de Shakahola. Por su parte, el presidente de la nación, William Ruto, pidió disculpas por no poder impedir las muertes.