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Ana Lía Rojas, experta en transición energética: “Sólo el 1% del hidrógeno que se produce en el mundo es verde”

¿Sabes qué es el hidrógeno verde? ¿Cuál es su diferencia con el hidrógeno gris y azul? ¿Por qué su irrupción en el ámbito energético? ¿Cuáles son las ventajas comparativas de Chile ante una potencial producción a gran escala?

Viernes 3 de septiembre de 2021 | 19:04

El tema de la energía no es fácil de explicar ni de digerir, así es que te propongo que nos vayamos con calma. ¿Qué es el hidrógeno? El hidrógeno (H) es el elemento químico más abundante en el universo, de hecho, más del 70% del sol está compuesto por este gas. El tema es que en la Tierra el hidrógeno está combinado con otros elementos, por ejemplo, con el carbono (C) formando los hidrocarburos (metano, propano, petróleo, entre muchos otros) y con el oxígeno (O) dando origen al agua (H2O).

En consecuencia, en la Tierra se debe separar el hidrogeno de las otras moléculas para poder utilizarlo, en este caso, del agua (H2O). El tema es que para producir la división de las dos moléculas de hidrógeno (H2) de la molécula de oxígeno (O) se requiere mucha energía.

“Del total de hidrógeno que se produce en el mundo, sólo el 1% es verde, es decir, en base a energías limpias, mientras que el restante 99% se genera por medio de combustibles contaminantes, básicamente, de hidrocarburos”, revela Ana Lía Rojas, economista, socia y fundadora de EnerConnex, especialista en transición energética.

El hidrógeno se utiliza desde hace tiempo en el mundo, pero por medio de energías contaminantes para su producción. Por lo mismo, en términos sencillos se habla del hidrógeno azul, porque se genera en base al gas natural, o del hidrógeno negro o gris, ya que se produce usando petróleo o carbón en su proceso.

¿Por qué se puso de moda el hidrogeno verde? “Por el contexto de la transición energética que significa dejar los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) para reemplazarlos por fuentes que no emitan gases de efecto invernadero (GEI) aceleradores del calentamiento global”, detalló la experta en entrevista con Econexión a través del Instagram de Chilevisión Noticias (todos los miércoles a las 19.00 horas) @CHVNoticias.

¿Cómo se produce el hidrógeno verde?

Lo primero que aclara Ana Lía Rojas es que el hidrógeno “no es un combustible, o un energético primario; sino que se trata de un vector energético, es decir, transporta una capacidad de energía”.

En otras palabras, un “vector energético” dice relación con las sustancias o dispositivos capaces de almacenar energía para que esta pueda ser liberada en otro lugar o en otro momento de manera controlada.

“El hidrógeno verde se consigue a través de la separación de las moléculas del agua (H2O), es decir, obtengo 2 moléculas de H y una de O. Esta última se libera a la atmósfera por lo que no cuenta como emisión contaminante”, nos ilustra la especialista en transición energética.

“La separación de estas moléculas de agua se produce a través de la electrólisis. En fácil se trata de un golpe que las desune a través de la energía eléctrica. Y este es el punto, la electricidad que se emplea en este proceso de separación para obtener el hidrógeno (electrólisis) debe provenir de fuentes de energía renovables (solar, eólica, geotérmica, hidráulica a pequeña escala, etc.) para que sea verde”, detalla.

¿Dónde se utiliza el hidrógeno verde?

Este vector energético se usa en “aquellos sectores en donde es más difícil electrificar los sistemas operativos. Necesitamos electrificar los consumos para bajar las emisiones de GEI, por ejemplo, en la calefacción, en el transporte, etc. Entonces, lo primero es electrificar y, también, aquellos que requieren más energía podrían contar con el hidrógeno verde, por ejemplo, las grandes industrias como la minería”, señala Ana Lía Rojas.

Las economías del mundo requieren grandes cantidades de energía para funcionar, entonces, ahí “Chile tiene ventajas, porque somos competitivos en las energías renovables que aportan en la generación del hidrógeno verde. Por lo mismo, primero debemos producir energías renovables competitivas para luego pensar en las estrategias a largo plazo como el hidrógeno verde”, afirma la especialista. 

Para la asesora energética debemos “saber si vamos a reemplazar lo que ya se produce de hidrógeno por verde o si vamos a electrificar nuevos consumos para abastecerlos con hidrógeno verde”.

Energías renovables

Chile cuenta con una cantidad de energía renovable instalada de 10.000 megawatts (MW) dentro de una matriz con una capacidad instalada total de 28.000 MW. “Si uno ve esta cifra se alegra, ya que es casi un tercio, pero el tema es que las energías limpias como la solar o la eólica no son constantes en su aporte a la matriz por las condiciones obvias del ciclo natural. Entonces tenemos que hablar de la generación concreta (más allá de la capacidad instalada), por lo que bajo ese parámetro las energías renovables representan un 20% versus el 80% que se produce por medio de combustibles fósiles o energía hidráulica con embalses”, precisa Ana Lía Rojas.

Dentro del mercado eléctrico hay tres fases elementales: Generación, transmisión y distribución. En nuestro país estas divisiones de la cadena energética están en manos de compañías privadas diferentes, por lo que el Estado tiene una responsabilidad subsidiaria o regulatoria y no un rol productivo.

El tema es que, dentro de esta cadena, muchas veces, los eslabones no dialogan. “Necesitamos avanzar más hacia energías renovables, ya que probaron ser más baratas y eficientes que los combustibles fósiles, es decir, son competitivas. Pero nos falta actualizar la distribución que es lo que nos afecta más como consumidores”, afirma la experta.

En simple, no se gana mucho llenando el desierto con paneles solares o la costa con aspas eólicas si la energía que estas producen no tiene una línea de transmisión que la conduzca hacia los grandes centros urbanos o industriales, o si la distribución no está adaptada para recibir esta energía y repartirla hacia nuestros hogares o sitios de trabajo. “Hay un divorcio de ritmos entre la generación, la transmisión y distribución”, apunta la economista.

Por lo mismo, Ana Lía Rojas, jerarquizó tres aspectos que para ella son fundamentales en esta transición desde las energías contaminantes hacia las renovables con el objetivo de convertir a Chile en carbono neutral antes del año 2050:

1.- Impulsar la energía ciudadana, o generación distribuida, que es muy baja en Chile (90 megas de los 28.000 MW totales), es decir, esa energía que puedes hacer en tu casa. ¿Por qué la gente no tiene su propia fuente de energía en la casa? Por el costo que tiene versus el de la energía que te llega a gran escala. Falta mucho impulso para que cada casa tenga generación distribuida y así podamos autoabastecernos, o venderle energía a la red, o a la vecina, es decir, generar energía ciudadana.

2.- Crear un impuesto verde para la generación eléctrica en base a energías fósiles contaminantes y así abrirles espacio a las energías renovables.

3.- Desarrollar el almacenamiento. Hoy hablamos de generación, transmisión y distribución; pero debemos incluir el almacenamiento, porque la tecnología está, pero falta una señal de precio para entusiasmar a que las empresas ingresen a este ámbito.

¿Se entendió lo que intentamos explicar? Ojalá, porque esa es la idea de Econexión, en este caso, tratando el tema de la energía renovable con una de las expertas en transición energética más reputadas del país, Ana Lía Rojas.