Benedicto Araya está enfrentando un posible decomiso de sus pertenencias por crédito que pidió su arrendatario.
Martes 12 de enero de 2016 | 09:59
Benedicto Araya se encuentra en ascuas. Una deuda ajena terminará en el embargo de la casa en la que vive hace 13 años junto a su señora diabética y sus dos hijos pequeños. Todo comenzó cuando llegó un joven a pedirle a esta familia si podían arrendarle una habitación. Al estudiar la situación, Benedicto y su círculo aceptaron, pero jamás pensaron las consecuencias de esa mala situación.
El muchacho pidió un crédito por siete millones de pesos y desapareció, dejándole a esta familia el problema por tener cifrado su domicilio en los papeles firmados. Hoy, a poco más de una semana de que les embarguen la casa, piden ayuda para no perder el que ha sido su hogar desde hace más de una década.