Eran denominados como la banda de Los Fétidos. Marcelo Espíndola, José Riveros y Alejandro Donoso, tres delincuentes chilenos en que hacían de las suyas en Taiwán y que fueron llamados así por su forma de actuar.
El modo en que operaban consistía en el llamado Balurdo, que opera ensuciando a la víctima con un líquido pestilente para luego asistirla como si la estuvieran ayudando, y así poder robar sus pertenencias.
Marcelo Espíndola y sus secuaces operaban en las afueras de los bancos taiwaneses y su detención fue reporteada por diferentes medios chinos quienes tuvieron acceso a los delincuentes a la salida del cuartel policial y en el cual los antisociales pidieron disculpas con un cauteloso "sorry".
